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Maduro pide recolectar firmas en rechazo a «injerencia» de EEUU
Maduro, acompañado de varios de su gabinete y rodeado de militares, anunció que recogerán firmas para rechazar «intervención» de EEUU
Otra vez temprano. Como hace tiempo no lo veíamos, o mejor, como hemos visto últimamente. Nicolás Maduro amanece una vez más rodeado de verde, junto a personas de su «confianza» como Diosdado Cabello, Cilia Flores y Vladimir Padrino López.
¿La ocasión? La conmemoración de los 27 años de lo que fueron los sucesos de ese 4 de febrero de 1992 y que terminó con esa mítica frase de «Por ahora», que todavía retumba en los oídos de muchos y en 2019 aún la estamos padeciendo.
Maduro se fue para Aragua. Tiene sentido por el cuento de que la brigada blindada salió desde allá y aunque los sucesos se dieron principalmente en Caracas por ser la sede del Gobierno del entonces Carlos Andrés Pérez, otras ciudades del país también vivieron de cerca estos hechos.
El punto es que caminó otra vez «bañado de pueblo». Desde la Academia Técnica Militar Bolivariana en Maracay, rumbo al 422 Batallón de Infantería Paracaidistas Coronel Antonio Nicolás Briceño, cuartel Páez, ubicado en el municipio Girardot.
Luego de decir las arengas acostumbradas de que el país bajo su mandato está mejor que nunca y que las acciones de 1992 «despertaron a la verdadera Venezuela», mostró lo que realmente quería decir.
Analicemos: Desde hace varios días, Maduro se reúne en los cuarteles. Parece un César romano tratando de ver cómo están las tropas y pulsar para ver si hay «conmoción interna»; ante un escenario de creciente apoyo a Juan Guaidó.
Sobre la ayuda humanitaria que se estima llegue al país, dijo que la misma era una «promesa falsa» y que si se llegase a concretar, sería para convertir al país en una zona de «mendigos». Se copió de las palabras de Pedro Carreño en días pasados en Globovisión, cuando dijo que eso era «limosna».
Por lo menos, Guaidó tiene acciones de algo en pro de la salud. Aunque se ha visto algunos intentos de «mejorar» la salud, la crisis hospitalaria se ve de frente en todos los centros hospitalarios del país.
Lo otro que dijo es que se van a recoger firmas para «rechazar» la eventual intervención extranjera de EEUU en el país y tiene previsto entregarlas en la misma Casa Blanca. Vamos a ver si se la aceptan. También pidió que los demás gobiernos rechacen las «pretensiones» del presidente estadounidense.
“No queremos intervención gringa. Queremos paz con independencia, soberanía nacional, democracia y libertad”.
No podía dejar por fuera las declaraciones de Pedro Sánchez, presidente de España, sobre el reconocimiento de Guaidó como presidente interino de Venezuela. Claro, fue de la que se enteró porque estaba en el acto, pero hay como nueve países hasta las 9:00 a.m. de la Unión Europea que le dijeron no a Maduro.
Dijo que sus palabras -las de Sánchez- habían sido «cobardes» y que si hay un golpe de estado en Venezuela “sus manos quedarán manchadas de sangre como las de José Maria Aznar con Irak. La historia lo recordará como un pelele al servicio de la acción intervencionista de Donald Trump”.
Se habrá visto eso. Qué interesante. Cuando hacen las cosas que quiere, es mi amigo, mi pana. Cuando no, habla en detrimento. ¿Política acomodaticia?