
editorial
Bertha Benz: la mujer que inventó las pastillas de freno para vehículos en 1888
En una época en la que las mujeres no tenían ningún poder dentro de la sociedad, en la Alemania del siglo XIX, Bertha Benz emprendió el primer viaje de larga distancia en un automóvil y, en el proceso, ideó las pastillas de freno
Una mujer es considerada la pionera del mundo automotor y la inventora de las pastillas de freno, en una época en la que el rol femenino era minimizado y cada acción dentro de la sociedad debía ser autorizada por un hombre. Su nombre era Bertha Benz, y fue la primera persona en realizar un viaje en un vehículo a motor.
Bertha nació en Alemania, el 3 de mayo de 1849. Ella, junto a su esposo Carl Benz, patentaron en 1886 uno de los primeros automóviles de la historia: el Benz Patent Motorwagen, un vehículo de tres ruedas con un motor de tracción trasera.
Sin embargo, el nombre de la señora Benz no formaba parte de esa patente debido a que en aquella época a las mujeres no se les permitía tener alguna propiedad o liderar un negocio.

Foto cortesía
Una inventora en época de hombres
Sobre ese vehículo y junto a sus dos hijos, Bertha emprendió en 1888 el primer viaje en carro a motor y el más largo de la época, recorriendo una distancia de 194 kilómetro desde Mannheim, su hogar, hasta Pforzheim, su ciudad natal y donde aún vivía su madre.
Con ese recorrido de ida y vuelta, cargado de altibajos, Bertha pudo identificar las falencias del vehículo. Además, la travesía le dio la fama que les permitió comercializar el vehículo y vender más de 20 ejemplares en ocho años, toda una hazaña en la época.
El viaje de Bertha Benz no solo marcó la historia de las mujeres dentro de la sociedad y el mundo de los automóviles que era históricamente dominado por hombres, sino que sentó las bases para la consolidación de una marca de vehículos que sigue vigente y que actualmente se conoce como Mercedes-Benz.
La primera en pensar en las pastillas de frenos
12 horas duró el viaje de Bertha y sus hijos en el Benz Patent Motorwagen, y en el proceso se encontraron con múltiples dificultades, que con sus propios medios solucionó, valiéndose de sus años ayudando en el taller de su padre y luego a su esposo.
“Durante el recorrido tuvo que hacer varias paradas tanto para repostar Ligroína, un derivado del petróleo que sólo se podía encontrar en las boticas, como para solicitar la ayuda de un herrero para reparar una cadena de transmisión rota. Además, ella misma hizo varios arreglos con los medios que tenía a su alcance: desatascó una válvula obstruida con un alfiler de su sombrero, cubrió un cable eléctrico pelado con una liga y arregló el sistema de ignición con una pinza del pelo”, reseñan en National Geographic.
Fue gracias a ese viaje osado que Bertha decidió tomar, sin consultar con su esposo, que surgieron ideas para mejorar ciertos aspectos del vehículo. En ese momento le surgió la idea de crear las pastillas de frenos, piezas clave para los carros en la actualidad.
Bertha ideó la pieza añadiendo a los frenos de madera débiles del vehículo unas suelas de zapatos, que hacían más eficiente la acción de detener el movimiento.
Seguir el camino de Bertha
Al ser la primera persona en completar un recorrido en vehículo a motor, Bertha Benz se convirtió en una de las principales representantes de la industria, junto a su esposo Carl.
En la actualidad, la ruta que la osada mujer cubrió en 1888 es una zona turística en Alemania que se conoce como “Bertha Benz Memorial Route”.
Fuente: National Geographic, La Vanguardia.